Somos testigos del tiempo
en una Tierra hecha de llanto
somos las visceras del mundo
y estamos podridos de futuro negro.
Ya no queda en la vida
más tristeza que recoger
sólo se presienten los días
cada vez más desamparados
y hasta la lluvia que cae del cielo es amarga
y hasta los rayos que brinda el sol
queman la espera.
Porque palpita en el mundo
un mañana herido en desamor
y ya nadie escucha
la voz del que está cerca.
en una Tierra hecha de llanto
somos las visceras del mundo
y estamos podridos de futuro negro.
Ya no queda en la vida
más tristeza que recoger
sólo se presienten los días
cada vez más desamparados
y hasta la lluvia que cae del cielo es amarga
y hasta los rayos que brinda el sol
queman la espera.
Porque palpita en el mundo
un mañana herido en desamor
y ya nadie escucha
la voz del que está cerca.
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