Podría subirme a los tejados de las casas y desde allí
tirar tus fotos, dibujos y cartas a la hoguera de S. Juan;
quemar en esa noche las últimas heridas
con la sana intención de olvidarte.
Pero yo sé que llegará Septiembre y el otoño
y entonces tu recuerdo se desprenderá como hoja seca
de mi corazón al suelo.
El escondite del sol
Hace 14 años
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