Las manos de mi abuelo

05 noviembre 2010

Las manos de mi abuelo eran grandes, fuertes y las recuerdo nervudas como un tronco.

Hizo su casa de piedra con las manos y con las mismas acarició a sus hijos.

Mi abuelo tenía los ojos azules como el mar que no tuvo, pero en su mirada las gaviotas volaban.

De mi abuela sólo sé su nombre: ELVIRA; murió a los 30 años y aunque no la conocí, intuyo que su alma era grande y fuerte como las manos de mi abuelo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué tenían aquellas generaciones? Eran robles asentados en una vidas muy duras.

Alma dijo...

Meu avó tamén foi canteiro.
Bicos.....

José dijo...

El apego a la tierra era una pura necesidad, sobre todo porque un trozo de sus vidas se la dejaban en ellas.

Camilo dijo...

He usado su foto para la cabecera de mi blog-album "Manos sobre manos" (http://kamilospmanos.blogspot.com.es/). Espero que no le moleste. Un cordial saludo.


Sobre lo que escribo

 
Volver arriba