TORTUGAS y otros amores marinos.

18 enero 2009
Yo sabía que el amor no podía ser esa sensación amarga que me llevaba tanto a la tristeza y que me hacía cada vez más pequeña. Porque yo sentía que el dolor iba ganando terreno a la ilusión, que los besos iban siendo escasos, las ausencias largas y la melancolía me iba creciendo como una hiedra sobre el alma. Porque yo sé que el amor es grande y bueno cuando bien se amasa día a día, bendiciéndolo como un milagro,..que el amor es la locura de salir desnuda caminando entre la nieve para festejar la vida.

Yo sabía que mi alma te buscaba incesantemente...que mis ojos querían verse reflejados en los tuyos...que mis días se desesperaban por encontrar un camino que me llevara hasta donde tú estabas...pero muchas, muchas veces me quedé a las puertas de tu reino helado y mi corazón regresaba a casa hundido y cansado. ¿Tú crees que ha merecido la pena este desconsuelo enorme que hoy nos visita a las dos?, ¿tú crees que ha servido de algo este viaje de 4 años hacia ninguna parte?.

Yo no me arrepiento de haberte amado como lo he hecho; pero sí me arrepiento de no haber visto antes este desamor tuyo que me ha malherido tanto. Me arrepiento de no haber visto la zanja que se iba abriendo entre tu corazón y el mío; del abismo inmenso que no me ha dejado ver más que mi propio deseo sin ver que tus pasos se alejaban de los míos buscando otras rutas en donde yo ya no estaba. Me arrepiento de mi cobardía en esos días- demasiados ultimamente- en los que no salí al camino para enfrentarme con la verdad sencillamente porque la verdad no podía ser que no me amaras como yo te estaba amando a tí....y por supuesto a tí te faltó el valor para mirarme a los ojos, para aliviar mi desconsuelo y mi pena. Yo creo que lo merecía.
"La oscuridad es un lugar, la luz un camino"- dice un escritor no famoso-.
Y yo quiero seguir caminando.




0 comentarios:


Sobre lo que escribo

 
Volver arriba