Díme quién eres cuando te vas, dejándote a tí misma en prenda,
comprando así tu libertad. ¿Dónde y cómo buscarte, si te tengo entre los brazos?.
Díme por qué te entregas, cuando yo no sé si te entregas; por qué me estás mirando
a través de unos ojos que no sé si son tus ojos.
Todo está definido y tú consigues estar pero no estar.¡
Díme quién eres cuando te me desdoblas y no acierto con mis besos!.
SIEMPRE LLEGAMOS A DESTIEMPO
Siempre llegamos a destiempo. Cada llegada es un fracaso. Parte ya el tren
y conseguimos subir en marcha. Todo en vano. Nos lleva, es cierto. Pero ya se ha ido.
A través del cristal nos asomamos, pero la vida ya se ha ido; todo se ha ido inacabado.
Estamos viendo rostros, árboles, de otras personas y otros campos.
Estamos contemplando una montaña que ya no es esta misma que miramos.
Oímos voces, gritos, carcajadas que hace ya tiempo que sonaron.
Diícilmente pretendemos hallar una respuesta por el tacto;
y cuando al fin tocamos algo vivo ya no está allí lo que tocamos.
Cada momento que nos lleva es un presente ya pasado.
Nos lleva, es cierto. Pero ya se ha ido; se había ido al alcanzarlo.
VIENES CON EL PASADO
Vienes con el pasado, como con un enorme ramo de alhelíes recién cortados, vivos todavía.
Un pasado que sabes destinado a ir muriendo despacio desde el día en que lo hacemos nuestro.
Y, con esmero, los repartes por todos los rincones de nuestro amor
y traes la alegría de que está vivo aún, y traes la tristeza de que está vivo aún.
CUANDO TE CONOCÍ
Cuando te conocí el tiempo no había llegado todavía;
el mundo no había llegado todavía;
tu llanto no había llegado todavía.
La luz no era aún la luz y era el despertar un tránsito de claridad a claridad
y todo era una nada densa y envolvente unos momentos antes de la creación.
Después, como un derrumbe, como un alud de realidad, como una ola de conciencia,
vino la materia a campar por sus dominios.
Y vino el tacto y la desesperanza.
Hablo de cuando no existia el universo.
Cuando te conocí tu cuerpo no había llegado todavía.
ESTAS AL OTRO LADO
Estás al otro lado de tí misma; en la vertiente opuesta de tu cuerpo.
Te acercas escondida detrás de tus abrazos.
Te interpones para que yo no pueda llegar a tí
y me miras como a través de un agua profunda donde tiembla la transpariencia.
Y clamas y me pides ayuda y me rechazas y no puedo llegar a tí,
no puedes llegar a mí, y te miro sumergida en un fondo removido
por las corrientes submarinas, entre líquenes, algas y restos esparcidos
de otras desolaciones, de otros naufragios.
HEMOS LLEGADO AL LÍMITE
Hemos llegado al límite, agotado las posibilidades.
Hemos conquistado los reinos materiales, violado los secretos de la vida,´
alcanzado el borde mismo donde termina la razón.
Es hora de dar un paso más.
SI UN DÍA DESCENDIESES
¡ Si un día descendieses sobre la tierra; si tú un día descendieses sobre mi cuerpo que es la tierra,
quizá su más pequeña parcela inhabitada, y mitigases con tu ardentía
el frío de su esteparia soledad;
si te acercases hasta hacerte visible y eligieses mi cuerpo como plinto
de las columnas de tu templo y dieses sentido a tanta espera sis sentido...!
Mi cuerpo, que no existe sino como un punto en el que puedas apoyar tus pasos;
que no vive sino al sedoso y cálido contacto de tu pie desnudo.
NO SÉ POR CUANTOS MUNDOS
No sé por cuántos mundos te he seguido,
pero estuviste siempre lo suficientemente cerca
como para que no llegase a alcanzarte.
De nuevo caminas unos pasos por delante, unos besos por delante,
y no quisiera que te detuvieses, para poder seguir andando,
para poder seguir viviendo.
TE VAS Y TODAS LAS HOJAS....
Te vas, y todas las hojas del otoño se arremolinan en torno a tus pasos.
Cruzan por el parque los heraldos del frío
y un presentimiento hecho niebla difumina la timidez de las farolas.
Te alejas y los latidos del tiempo se acompasan al ritmo de tus piernas
y las formas todas de la armonía se mecen acunadas en su cadencia.
Y te estoy perdiendo, y más allá del alarido y por encima de la costernación
y circundando la amenazante soledad,
es el menudo y airoso balanceo de tu falda lo que me arrumba y me destruye.
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