Muchas veces sentimos la necesidad de dar salida a las emociones porque de lo contrario nos ahogaríamos. Es una necesidad visceral la que yo siento. Es un volcán en erupción lo que me empuja a escribir. Es la constancia exacta de que si no lo hago ,me quedaría muda por dentro. Y por dentro sólo ansío tener paz para volver a recomponer mi espíritu. No es lava lo que resbala por mi alma encendida hasta llegar aquí, a este reducto donde el sentimiento se libera del dolor. Son cenizas lo que en el aire de este espacio respiro. Las cenizas de un amor que culminó sin llegar siquiera. Es la certeza de que algo se ha desintegrado dentro de mi corazón. Mi corazón como un ramo abierto. Mi corazón como una explosión en medio del mundo. Y el mundo ante mí como un puño cerrado. Y las puertas del amor con su señal de prohibido el paso por reformas.
El escondite del sol
Hace 14 años
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