Trepar por los muros más altos de la vanidad y la codicia; correr sin tregua ni meta hacia un horizonte que no es el nuestro, mirar a los lados de la ingratitud y de la incoherencia para seguir acumulando infelicidad.Así se empieza a caer, así, los que mandan en el mundo se han quedado sordos y ciegos. Por eso no saben que están solos.
El escondite del sol
Hace 13 años
0 comentarios:
Publicar un comentario