Noviembre

10 noviembre 2011


Es cálido este sol de noviembre,
que calienta algo más que mi cabeza, que
no deja de pensar en tí;
esta sensación de sol en el pelo,
y también en los dedos de la mano con la que te escribo.

Me resulta cercano
y también beneficioso este tiempo de otoño
en que los árboles
también se han desposeído de tu nombre.

No es por quitar las hojas del calendario,
ni por adelantarme a la primavera...
pero el viento trae hasta mis sentidos
otra forma para deletrear tu ausencia.

Y estaré preparada, cuando alguien me roce el corazón.

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