Desencanto número mil...o cómo menos es más.

22 noviembre 2011

Cuando mis deseos son confundidos y etiquetados como se marcan las cosas y los animales.
Cuando precintan mis ilusiones diciendo que es por mi bien
y me ahogan la esperanza de sencillamente ser.
Desencanto número mil y seguiré soñando lo im-posible porque me resisto a vivir amordazada y esperando …
¿Tendré que dejar en el tejado de mi desilusión todos los sentimientos para que se los lleve el viento…
y ya nunca tenga que reprimirlos?.
Desencanto elevado a la milésima potencia del desencanto, y cuando digo esto, soy consciente de lo que me diferencia;
y en esa resta que los demás no entienden, es donde mi vida va sumando.

0 comentarios:


Sobre lo que escribo

 
Volver arriba