Un mundo mejor

12 julio 2011
La desgana que sentimos los humanos en el momento actual es lo más parecido al desbordamiento de un rio inundándonos el corazón. Las emociones nos dejan desnudos frente al mundo que vivimos y nos aniquilan el corazón por completo dejándonos desprotegidos. Tiene que nacer otra forma que rompa el muro de tanta insatisfacción; tenemos que reivindicar la emoción como manera de situarnos en la vida porque lo que nos salva de la tristeza no es lo que poseemos sino lo que valoramos. Un corazón sin emoción es sólo un músculo roto. Dejemos herencia de un cambio en las conciencias para hacer de este planeta un lugar habitable y necesario en el que el dolor de vivir no sea a veces tan latente.
La ilusión es lo que nos hace ver posible lo imposible, por eso tanta gente “indignada” salimos todos los días a la calle y luchamos para tener un mundo mejor. Los que vienen detrás nuestro lo agradecerán y como bien dice Manuel Alcántara :
“ A la sombra de una barca me quiero tumbar un día, echarme todo a la espalda y soñar con la alegría”.

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