MUJERES

12 julio 2011
No entiendo a las mujeres que se comprometen con hombres aun sabiendo que no les quieren y siguen con ellos pensando que van a cambiar; a las que son independientes económicamente y libres pero presas de sus inseguridades y miedos, y siguen manteniendo relaciones de desigualdad, prepotencia y siempre de desprecio; no entiendo a las mujeres que optan y explotan como forma de seducción el rol sumiso que luego les lleva a soportar todo tipo de humillaciones; no entiendo a las mujeres que prefieren estar mal acompañadas antes que estar solas; me cuesta entender que en esta sociedad de bienestar en la que vivimos, no sean las mujeres capaces de valorarse por sí mismas y detectar el maltrato a la mínima que se produzca; que sean permisivas con aquello que las ofende y las degrade sin que tomen parte por su vida. Las mujeres que tengan hijos tienen la obligación de educar en valores y con su propio ejemplo si no quieren que se perpetúe esta lacra. No debería pasar un día más sin que nos planteáramos el por qué de tantos desaciertos y de tanta violencia absurda que nos lleva a tanta sinrazón. El amor ante todo es otra cosa bien distinta. Creo que con todo lo que está “lloviendo” no podemos caer tanto y tantas veces en la misma trampa. La falta de amor propio y de dignidad hacen de la mujer del siglo XXI una víctima de sí misma.

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