¿Quién no ha sentido el impulso de salir corriendo cuando algo nos hiere demasiado?.
Lo difícil es permanecer donde uno está
y convertir ese impulso en un espejo que
nos devuelva la patética imágen
de nuestra alma huyendo de sí misma.
El escondite del sol
Hace 14 años
1 comentarios:
Haz caso a tu impulso. Sal huyendo. Si permaneces ahí herid@, corres el riesgo de que la herida nunca cicatrice, o que se convierta en una herida mortal.
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