Se acaba el verano y me nace una especie de nostálgia por los días perdidos. Siento que con el último rayo de sol se van también los momentos de luz y las sombras amenazan desde lo alto. Volver al camino, renacer desde otra altura para no morir en el intento de sobrevivir al otoño. Todos los años el mismo sentir. Y la necesidad de creer en las estaciones para soportar el largo sendero que me separa del sol.
El escondite del sol
Hace 14 años
2 comentarios:
...y las consultas de los dermatologos llenas de pacientes al finalizar el verano, porque anteponen la ¿estética? a su salud.
Piraooooossssssssssssss.
Siempre nos quedaran los momentos....y los siguientes veranos que vendran, si no los cisca el cambio climático, claro.
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